Las Islas Canarias se han convertido en el lugar favorito de productoras nacionales e internacionales por sus numerosas ventajas fiscales. su buen clima y, sobre todo, por su gran variedad de localizaciones en un archipiélago de 8 islas. En la publicación de hoy, te mostramos 6 playas salvajes en las que rodar en Canarias que, por su bajo tránsito y sus impresionantes paisajes, se convertirán en tus localizaciones favoritas.
Las Conchas, La Graciosa
Si hablamos de arena dorada, territorio virgen, aguas turquesas y unas impresionantes vistas, puede que pienses en una playa del Caribe, pero no. Todo eso lo podrás encontrar en las Islas Canarias, concretamente en La Graciosa.
La paradisíaca Playa de Las Conchas se encuentra en el norte de La Graciosa, la más pequeña de las Islas Canarias y, a su vez, la más grande del Archipiélago Chinijo. Es una playa natural de fina arena blanca y agua turquesa con vistas a sus islas vecinas deshabitadas: Montaña Clara y Alegranza.
Una playa muy bien conservada de unos 600 metros de extensión y bastante amplitud, lo que te permitirá convertirla sin problemas en un set de rodaje. Además, el contraste de colores entre el azul del mar, el blanco de las olas al romper, el dorado de la arena o los tonos rojizos de Montaña Bermeja te ofrecerán un escenario envolvente para tu producción audiovisual.
Papagayo, Lanzarote
En un entorno virgen de extrema naturaleza en el Parque Natural de los Ajaches se encuentra la playa salvaje de Papagayo. Esta playa situada en el sur de Lanzarote destaca por su fina arena dorada y unas aguas tan transparentes que adquieren un color esmeralda intenso la mayoría del tiempo.
Entre los innumerables motivos para utilizar Papagayo como localización, uno de ellos es su ubicación. Con vistas al islote de Lobos y a Fuerteventura, se sitúa en un lugar protegido del viento y en una línea costera que incluye siete calas y arenales más, lo que permite obtener una gran variedad de paisajes a tan solo unos pasos.
Esta playa, al igual que la Playa de Las Conchas, no está masificada ni hay cerca de ella restaurantes o tumbonas. Solo un pequeño chiringuito muy pintoresco con vistas al Océano Atlántico y a las bajas montañas de Lanzarote.
Cofete, Fuerteventura
Entre las playas salvajes para rodar en Canarias, Cofete es la playa virgen más famosa. Esta playa se encuentra en el extremo sur de Fuerteventura, en la península de Jandía. Este lugar es impresionante tanto por sus grandes dimensiones como por la naturaleza salvaje que la rodea.
Los 13 kilómetros de playa están envueltos por el Macizo Montañoso de Jandía, las montañas más altas de Fuerteventura. Su fuerte oleaje, su lejanía de los núcleos urbanos y el contraste entre la cadena montañosa y la inmensidad del mar lo convierten en un entorno estremecedor que parece propio de otro planeta.
Benijo, Tenerife
La playa Benijo se encuentra en la costa norte de Tenerife y ofrece un paisaje completamente distinto al de las playas que hemos visto hasta ahora. Es una playa salvaje en estado puro de fuerte oleaje, arena negra y con unas vistas privilegiadas a los Roques de Anaga.
Te recomendamos utilizar esta localización especialmente durante los atardeceres por el efecto que produce la mezcla del oleaje con el rojo del horizonte y las siluetas de los roques volcánicos surgiendo del mar. Además, como parte de su encanto destaca su baja ocupación. Esta playa tiene una escasa presencia de turistas y no tiene servicio de tumbonas, sombrillas ni nada parecido, lo que la convierte en un lugar cómodo y versátil para realizar una producción audiovisual.
Nogales, La Palma
La playa Nogales es el secreto escondido de La Palma. Aquí no encontrarás arena blanca ni aguas turquesas, pero sí una localización igual de idílica: una playa de gruesa arena negra y un acantilado cubierto de un manto verde que contrasta con el azul del Atlántico.
Nogales es una playa salvaje alejada de toda civilización, pero que cuenta con un fácil acceso a través de un sendero de 500 metros e incluso un aparcamiento, por lo que no habrá ningún problema para transportar el material necesario para el rodaje. En este caso, su situación aislada será más bien una ventaja que un inconveniente.
Charco Azul, El Hierro
Aunque no es una playa al uso, vale la pena mencionar el Charco Azul de El Hierro como un “plus” al final de este recorrido por las costas vírgenes de Canarias. Aunque este espacio parece diseñado a medida, es una creación de la naturaleza capaz de dejar boquiabierto a cualquiera.
Gracias a la forma que la lava dejó al llegar a la costa cuando se creó la Isla y después de la erosión causada por el oleaje, se ha creado esta espectacular piscina natural. Sus aguas turquesas y el envolvente sonido del mar, en combinación con las caprichosas formas de la lava solidificada, lo convierten en un lugar mágico digno de cualquier película de Hollywood.
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